Presentación del Libro "Vindrà la Nit", un encuentro entre el arte de la palabra y el arte de la pintura.

La obra de Roser Guasch, publicada el año 2003, tiene ahora, con la nueva edición ilustrada con las obras de Joan Descals, una nueva diemensión como la misma autora explicó en el acto de presentación.

Joan Descals i Roser Guasch
Foto: Dolores García

Escuchar a Jordi Llavina comporta entrar en un juego casi mágico, porque su domino  para convertir una verdadera conferencia llena de un conocimiento extenso y profundo de la lengua y de una pasión por la poesía que le permite hablar con la misma seguridad de Salvat Papasseit, de Kavafis, o de los Haikus (poemas tradicionales de Japón) le permite convertirlo en una narración apta para todos los públicos, llena de calidez, de cercanía y de experiencias personales.

Sus citas relativas a estos autores, nos ayudaban a entender la búsqueda de Roser Guasch en la creación de sus poemas, cortos, casi se podría decir que destilados al búsqueda de lo esencial, eliminando todo lo que pudiera ser superfluo.

Llavina definió estos poemas de Roser Guasch como verdaderas imágenes, como gestos que nos decantan hacía un erotismo elegante, una poesía llena de amor y de emoción, sin una palabra de más, sin nada que sobre.

Así, por un lado podemos hablar de poemas que son casi imágenes y por otro de unos cuadros, los de Joan Descals, que integran las palabras en las obras que ha pintado y que ilustran el libro.

Ciertamente nada está de más en eta obra poética y pictórica, que se abrazan, porque cada palabra de los versos y cada imagen de los cuadros, están llenas de la plenitud del amor, de una inmensidad que Jordi Llavina encontró que podíamos ligarla al referente de Ungaretti, aquel autor que hablaba de lo que era humano y lo que era infinito, en un poema concentrado en cada palabra como una pura esencia: "Mattina. M'Illumino d'Immenso" (1919).

Joan Descals, en su intervención, nos trajo el recuerdo de otro gran poeta, Joan Vinyoli, uniéndolo al concepto de esencial del que había hablado Jordi Llavina, como otro referente de la obra de Roser Guasch:

Els mots, en veritat
no són sols per entendre'ns pel que signifiquen
sinó per descobrir el que, transparents, oculten.


(Las palabras, en verdad / no on solo para que nos entendamos por lo que significan / sino para descubrir lo que, transparentes, ocultan)

Los cuadros de Joan Descals, evidencian, una vez más, los principios de la interdisciplinariedad de la creación artísitica (arte transversal), así si las palabras han originado los cuadros, seguro que éstos darán lugar a nuevas creaciones artísticas.

Por su parte Roser Guasch, en su intervención, mostró que ella es poeta, hasta cuando habla del proceso por el cual el libro que se presentaba había visto la luz. Desde esa sensibilidad que le permite encontrar en el entorno natural una fuente de inspiración inagotable. Sólo un ejemplo: cuando nos explicó un paseo en una tarde de otoño, al describir el paisaje como "árboles cubiertos de herrumbre".

Como bien dijo, la poesía no es realidad, pero tampoco es mentira, ya que cuando las palabras no pueden explicarlo todo, queda el silencio, a donde todo vuelve.  Añadir que su optimismo lo transmite en cada poema, porque, como ella misma dijo, "la luz gana siempre a las tinieblas".

El libro, el conjunto de la obra poética y de la obra pictórica, resulta de esta manera, como Roser Guasch lo definió, un regalo, un regalo inesperado y único.
Arola (Arola Eidtors), Joan Descals, Eva Serramia, Roser
Roser Guasch i Jordi Llavina
Foto: Vicenç López

El editor (Arola Editors) nos ofreció un hálito de esperanza, al afirmar que, con lo difícil que resulta el mercado de libros de poesía, en el caso de las obras de Roser Guasch, la acogida es enorme, como lo prueba que alguna de sus obras se haya tenido hacer una segunda edición, cosa poco común en libros de poemas.

El acto finalizó con la intervención de Eva Serramia, regidora de Cultura del Ajuntament del Vendrelll.




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