Arte: Llorenç - Reapertura de Cal Marçal, con actividades artísticas de los artistas residentes del CeRRCa i un documental sobre la historia del local.

Dentro de los actos de la Fiesta Mayor 2012, el CeRRCa (Centre de Recerca i Creació Casamarlès ) ha organizado una exhibición artística desarrollada por  Julie Laurin, Oreen Cohen i Cole Stenberg, actuales artistas residentes del CeRCCa,  con obras que se han inspirado en la historia de Cal Marçal. De este recorrido histórico ha derivado el nombre con que se acoge al conjunto de actividades artísticas: 
Cadires, restes de joguets i un entramat de gàbies d’ocells. (Sillas, restos de juguetes y un entramado de jaulas de pájaros)

El documental de Lourdes Guillén y  Noemí Navarro es el fruto de su investigación histórica sobre Cal Marçal, la genealogía de la familia Marçal, la recuperación de objetos y fotografías antiguas, y la realización de entrevistas a personas que han formado parte de la historia del antiguo cine que albergó Cal Marçal durante un período de su existencia. 


Cal Marçal, historia viva de Llorenç del Penedès: 
Cal Marça es un antiguo café y una sala sociocultural de principios del siglo XX, que en pocos días  -  gracias al apoyo de la familia Fontanals y la iniciativa del CeRRCa  -  reabrirá sus puertas: la cita es para el próximo domingo, día 12 de agosto a las 8 de la tarde.   

Este espacio tuvo en sus orígenes la cualidad de transgredir las normas establecidas, a menudo introdujo en la población nuevas formas artísticas y entretenimientos, como el "ball rodó" o el cine; después evolucionó para convertirse en escuela, en una fábrica de juguetes, en la sede provisional de La Cumprativa y finalmente en santuario de pájaros exóticos y almacén.  Cerrado hace más de treinta años, ahora se desea volver a abrirlo  y recuperar su naturaleza innovadora. 

Cadires, restes de joguets i un entramat de gàbies d’ocells. La fuente de inspiración de los artistas residentes del CeRRCa.

Julie Laurin adopta las sillas como símbolo del tiempo en que Cal Marçal era un cine y una sala de baile. Las sillas se convierten en testimonio de las horas de trabajo y diversión de los hombre y mujeres del pueblo, de los conflictos y de los diálogos entre diferentes sectores de nuestra comunidad. Haciendo uso de la escultura, la fotografía y el vídeo Julie hace un homenaje a la gente y a la historia del pueblo.

Oreen Cohen nos transporta a los años 50, cuando Cal Marçal se convirtió en una fábrica. Su instalación comprende los restos de la maquinaria, luces, muñecos de madera y baldosas. A partir de la limpieza como metáfora, su instalación reflexiona sobres las condiciones de trabajo, el esfuerzo y la constancia que nos empujan a realizar nuestras tareas cotidianas. En palabras de Oreen "El proceso cíclico que comporta la rutinaria tarea de la limpieza intenta desprenderse de la suciedad y el polvo. Pese a lo cual, pese a conseguir limpiar un espacio, en cuanto la tarea se completa, el polvo y la suciedad, insisten en volver a ocuparlo".

Cole Sternberg  nos situa en los años 90, cuando Cal Marçal, lleno de trastos, se convirtió en un santuario de pájaros exóticos. En el escenario oculto detrás de las cortinas, nos encontramos un espació obscurecido que combina pinura, luces, sonidos y pájaros creando un enigmático paisaje. La parte oculta se transforma en catedral, en un espacio sensorial donde se contraponen telas teñidas de oro, viejas jaulas y el sutil canto de los pájaros.  La disparidad toma sentido sólo en la unión de los opuestos y con la liberación final de los pájaros.

Esta reapertura artística ha contado también con la colaboración del Ayuntamiento de Llorenç del Penedès, El Centre, La Cumprativa, l'Associació Excursionista Montmell, Cal Kildo y Solucions Audiovisuals.